martes, 31 de enero de 2012

Capítulo 12. El robo

Me aburro. Me aburro mucho. Y es que esto son las desventajas de estar castigada sin salir UN MES!! Y encima justo ahora que tenía yo el cumpleaños de Dario... Lanzo una pelotita de gomaespuma al techo, intentando darle, y siempre lo consigo asi que ya no es divertido... Miro el reloj. Son aún las seis. Mis padres han salido de merienda con unos amigos suyos y, como buenos padres, no me han querido llevar por el castigo. Y eso que estaba dispuesta a portarme bien y a ponerme el vestido amarillo horroroso de flores que me regaló mi madre, pero nada, les da igual. Y para colmo no puedo irme porque han dejado la loca de Mayra a mi cuidado. Despues de enterarse de lo de mi tatuaje, me da mucho miedo cruzármela por los pasillos. Noto que su mirada y su sonrisa de superioridad sobre mí y eso me mata. Aquí yo soy la señorita y ella la criada, no alreves. De repente, algo perturba mis pensamientos. Paro la música de mi MP4 y salgo al pasillo. Veo a Mayra mirando hacia el pasillo, como controlando que nadie la mire. Me escondo un poco detrás de la puerta para que no me vea, y Mayra abre. La veo saltar a los brazos de alguien, pero no descubre quien es. Debe de ser un tío, porque Mayra le acaba de dar un morreo que el chaval se a quedado sin respiración. ¿Cómo se la ocurre traer a su "novio" a casa? Aprovecha que yo no puedo decir nada para hacer lo que le da la gana... y encima yo me tengo que callar. Me meto a mi habitación enfadada y sin ánimo. Vuelvo a mi MP4 aunque sólo durante cinco minutos, porque escuhho ruidos en el cuarto de mis padres. Eso si que no, ¡estos no profanan la cama de mis padres!
Me levanto, me coloco un poco la camiseta y camino hacia la habitación de mis padres. Pero cuando abro la puerta, mi cara es de desconcierto total. Veo a Mayra cogiendo joyas del joyero de mi madre mientras su musculoso novio cogiendo algo de dinero. Salgo corriendo del cuarto en cuanto veo al novio de Mayra venir hacia mí. Corro a mi dormitorio y me cierro.-
-¡Abre la puerta niña!. oigo gritar al novio de Mayra mientras aporrea la puerta.
-Déjala Álvaro, ya hablo yo con ella- le tranquiliza Mayra-no va a decir nada... la tengo cogida, y bien cogida. Ábreme Catherine, que sólo quiero hablar contigo...
No puedo respirar. Estoy en estado de shock. ¿Y yo ahora que hago? Estoy metida en un buen lío...

jueves, 12 de enero de 2012

Capítulo 11. EL Viaje.

Cuando veo caminar a mi tutor por el pasillo corro hacia mi clase. Empujo la puerta y, sin darme cuenta, empujo a María por detras.
-¿Pero eres tonta o qué?- me pregunta con cara enfadada.
-Lo siento- la contesto. Ando hasta mi pupitre, y no puedo evitar mirar a Sabrina. Tiene la mirada perdida. No mira a ningun sitio, y tiene mala cara. No se ha maquillado esta mañana y las ojeras se la marcan bajo los ojos. Va algo despeinada y se revuelve las manos nerviosa. Siempre que intento hablarla huye de mí o me contesta mal. Asi que ya no la digo nada. No hay porque presionarla. Pero necesito que todo sea como antes. Salvo por la nueva amistad con Amaia. Ahora somos como uña y carne, pero nunca llegará a ser tan especial como lo ha sido Sabrina. Amaia y yo seguimos quedando con Dario y Mario, pero no como novios, si no como algo mas que amigos...
-Buenos días alumnos.- dice el tutor.
-Buenos días profesor- contestamos todos a coro. Todos menos Javi, que me mira fijamente aunque sepa que se que me está mirando.
-Tengo una buena y una mala noticia. La buena es muy muy buena y la mala bueno... no es tan mala.- dice el profesor sentándose en su sillón. Llleva la misma chaqueta de pana verde botella con sus pantalones beige. Es mediocalvo, sólo tiene pelo por la parte de atrás, y lleva unas gafas de culo de vaso muy viejas. Aún así es un tío majo, un buen profesor, de los pocos que quedan.-Asique empezaré con la noticia mala. La próxima semana habrá un examen global para poner nota al instituto. Aunque no cuenta para vuestra nota, si debéis hacerlo lo mejor posible para la nota de nuestro instituto.-al principo nos quejamos un poco, pero luego nos callamos porque no es tan mala noticia.
-¿Y la buena?-pregunta Ismael, la persona más impaciente del mundo.
-La buena es... ¡Que no habrá un recorte en las tizas de clase!- el profesor sonríe como si hubiese dicho la mejor sorpresa del mundo.
-¡¿Qué?!- preguntamso todos a la vez. Entonces el profesor escribe Kenia en la pizarra. Todos le miramos sorprendidos y excitados por saber el que quiere decir eso.
De repente el profesor se da la vuelta, da un salto y grita: TACHÁN! Mientras señala la pizarra.
-¡¡NOS VAMOS DE VIAJE A KENIA!!- de repente una gran felicidad nos embarga por completo, y hasta Sabrina salta de su silla gritando. Todos nos abrazamos y, entonces, miramos al profe, corremos hacia él y le llenamos de abrazos. Definitivamente, es el mejor profesor del mundo.
-Guau, Kenia. Safaris, ruinas, indígenas... ¡será genial!- me dice Amaia saltando de emoción.
-Haber chicos, sentaos vamos... La escursión es gratis. Iremos quince días a un hotel. La escursión la hacemos 4ºB y nosotros, 4ºA. Veremos pueblos indígenas, haremos un safari, iremos un día a la playa... Va a ser un viaje genial- dice el profesor sonriendo.
Al acabar la clase, todo el mundo habla de lo mismo. Kenia...

martes, 3 de enero de 2012

Capítulo 10. Pesadillas.

Sabrina se revuelve en la cama. Hay algo que no cuadra. Su cerebro no funciona bien. Está atontada. Tiene sudores y está temblando todo el día. Tiene horribles pesadillas. De repente se levanta y grita. Al oírla, su madre se pone las zapatillas y corre hacia el cuarto de su hija. La pequeña Ana empieza a llorar desde su dormitorio.
-¡¡Hija!! Sólo ha sido una pesadilla. Tranquila. Iré a por una tila.- y María, la madre de Sabrina camina hacia la cocina. María prepara una tila a su hija mientras algunas lágrimas le resbalan por la cara. No sabe que le pasa a su hija. Ha tenido muchas pesadillas últimamente, y los temblores, los dolores de cabeza... debería de llevarla al médico. No la puede ver así. Se siente muy mal.
Mientras, Sabrina está en su cama tumbada con los ojos abiertod como platos. Se siente fatal. Pero tiene los ojos abiertos de puro terror. La pesadilla esta vez ha ido a más. Antes sólo veía a la serpiente atacar a ese muchacho, pero hoy a sido peor. Hoy tambien se ha visto ella. Ella siendo devorada por esa serpiente que la tiene aterrada. Esa enorme serpiente roja, que medirá de largo unos tres metros y con esa cabeza y esa boca... Sabrina tiene temblores sólo de pensarlo. No le ha hablado ha nadie de sus pesadillas. Lo que más aterrada le tiene son esas letras que aparecen con sangre por todos lados al final de la pesadilla. Aún no ha adivinado lo que significa: Huwezi kutoroka. No sabe en qué idioma está, ni lo que significa, ni porqué lo pone al final de su sueño. No sabe nada. ¿Quién será ese muchacho? Siempre es el mismo. Con esa capucha negra puesta. Y esos pantalones negros. Es un muchacho de su edad o así pero con una fuerza sobrehumana. Sabrina tiene miedo.
-Toma hija. Bébetelo.- María entrega a su hija la tila y va a calmar a Ana. En verdad Ana no es su hija. Es su sobrina. Sus padres fueron asesinados en un viaje a África. Fueron descuartizados mientras volvían a su hotel y los encontraron sólo con algunas partes del cuerpo y sin una gota de sangre. Nunca encontraron al asesino. Los policías creen que los mataron y vendieron las partes del cuerpo a algún brujo o a alguna tribu. Como la niña no tenía ningun otro familiar, los padres de Sabrina decidieron adoptar a su sobrina. Sabrina se toma su tila de tres tragos y decide echarse a dormir. Se queda dormida y vuelve a soñar con el muchacho, pero esta vez no está la serpiente, sino que el muchacho tiene un gran cuchillo en la mano que rodea el cuello de un cordero.
María consigue dormir a Ana, y vuelve a la cama con su marido con la idea en la cabeza de llevar a su hija a un psicólogo.

domingo, 1 de enero de 2012

Capítulo 9. Mayra.

-Despierta niña.- Mayra entra a mi dormitorio. Con su diabólica sonrisa tira de mis mantas y me desarropa.
-Déjame dormir cabrona...
-Tu madre me dijo que a las diez arriba asi que ya sabes.- y tira de mi brazo hasta tirarme al suelo. Caigo de boca y me levanto un poco. La miro. Está riéndose a carcajadas. Coge ropa y me la tira.-Cámbiate que tenemos mucha limpieza que hacer.
Cojo la ropa y me visto. A los quince minutos salgo de mi cuarto con un corto disfraz de chacha negro y una feísima diadema en la cabeza. Para disgusto de Mayra, me queda muy sexy, así que me grita que deje de hacer el ganso y me vaya a cambiar a mi cuarto. Finalmente salgo de allí con unas mallas rojas y una camiseta vieja amarilla. Mayra me lanza un plumero y me ordena limpiar toda la casa. Algo duro dado que mi casa tiene tres plantas y es enorme. Cojo los cascos y me los pongo en las orejas para que la música haga mas llevadera mi tarea, pero Mayra me dice que me los quite porque quiere tener una charla conmigo. Querrá torturarme hoy o algo así.
-¿Dónde dormiste el otro día?- me pregunta.
-¿Y a tí qué te importa?- respondo de mala gana.
-No era sólo por saberlo...
-En casa de mi amiga.
-¿Amaia?- y cuando dice este nombre, la miro extrañada.
-¿Cómo sabes tú cómo se llama?- pregunto mirándo su gran sonrisa. Ésto no me huele bien.
-Por tu tatuaje alomojor...- dice casi en un susurro. Mi cara pasa de su color normal al blanco en un segundo. Mayra sabe lo de mi tatuaje. Y no dudará en decírselo a mis padres. Mi vida está acabada.-Tranquila, no voy a decir nada.- No sé porque me ha dado igual que diga esto. No la creo lo más mínimo.-Claro que... tú deberás hacer algo a cambio. No dirás nada de lo que pase aquí. Tu misión es ver, oír y callar. Nunca les dirás a tus padres lo que hago o dejo de hacer en esta casa. Si lo dices, acabarás en un internado lleno de desechos sociales.
No me lo puedo creer. Me tiene bien pillada.