domingo, 18 de diciembre de 2011

Capítulo 3. Insufribles.

¿Qué me pongo? Aiis que nerviosa estoy. Ya se. Me pongo los pantalones vaqueros rojos y la camiseta blanca. Voy a ir muy mona. Y luego me pongo la chaqueta de cuadros azul y roja con las converse blancas. Bien ya está. Un poco de gloss y salgo de casa. Fuera hace un buen día. Que extraño es el tiempo, que en invierno haga este buen tiempo. Hay un montón de gente dando paseos con sus hijos. Que día mas bonito. Estoy feliz, se´rá por la sonrisa tan bonita que ya veo sentada en el banco.
-Vaya has venido...- dice Javier tímidamente.
-Pues claro no te iba a dejar plantado.-digon extrañada. ¿Por qué iba a dejarle plantado?
-Bueno... vamos a por un refresco- dice Javier tiraando de mi por el brazo con una gran sonrisa.
La tarde empezó muy bien. Me invitó a un capuccino y el se cogió un café helado. Dimos una vuelta por Madrid y hablamos de todo. Del lugar de donde venía, porque se había mudado, que tenía un perro...
-¿Quieres que veamos una película?- me pregunta Javier apoyándose en la pared.
-Pero invito yo- digo incómoda. Ya me había invitado el a todo.
-No, no... no te dejo que me invites- dice acercándose a la taquilla.
-Por lo menos me pago yo lo mío- digo entregando el dinero al taquillero y me voy divertida a por unas palomitas.
La película muy divertida, nos reimos mucho.
-Te acompaño a casa... es muy tarde- dice Javier acercándose a mi a la salida del cine.
No se que me pasa que no reacciono ante los tíos así.
-Va..vale...-digo a tropezones. Javier sonríe divertido y se acerca cada vez más.
-¡¡PERO HOMBRE CAT CUANTO TIEMPO!!- Javier se spara de mí con mala cara y mira hacia la calle de donde venía la voz.
-¿Lucas?- pregunto incrédula.
-Vaya Cat que rápido pasas página.- Lucas sonríe amargamente mientras mira a Javier- No me le vas a presentar ¿verdad?.
-Javier, este es Lucas, un amigo.
-Su exnovio, para variar...-
-Hola Lucas.- Javier le da la mano amargamente.
-Amaia ven, mira con quien me he encontrado.
No me lo puedo creer. Amaia. La que faltaba. La pija repelentis con la que me juntaba de pequeña. Un suplicio de niña.
-¡¡Pero bueno !! Cat cuánto tiempo sin hablar ¿no? Y que sorpresa, sales con el chico nuevo...- dice Amaia con recelo.
-Solo somos amigos.- digo yo sin pensar.
-Pues salgamos hoy los cuatro.-dice Lucas sonriendo.
Y la tarde paso de ser perfecta a ser insufrible. Estaba deseando irme a mi casa. Lucas y Amaia no paraban de hablar de ellos y de como habían empezado a salir, lo felices que eran... todo era muy cursi y deseé toda la tarde volver a mi casa.

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